Si buscas un lugar para desconectar y relajarse de verdad durante unos días, no busque más que Corrubedo. Con sus impresionantes playas y su naturaleza, así como su exquisita gastronomía gallega, es el lugar perfecto para relajarse y recargar energías.
Decidimos pasar los días restantes de nuestras vacaciones en Corrubedo, un pequeño pueblo pesquero que forma parte de Ribeira. Esta zona es conocida por albergar el Parque Natural de las Dunas de Corrubedo.
Si buscas un lugar repleto de carácter local y paseos por la playa sin prisas, éste es el destino perfecto para ti. Aquí podrás disfrutar de caminatas informales o sentarte con una cerveza fría mientras disfrutas de las vistas del puerto.
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Qué visitar en Corrubedo… Y alrededores
Reforzados por nuestra primera noche en la zona y un abundante desayuno en la terraza bañada por el sol, salimos a explorar los alrededores.
Parque Natural de las Dunas de Corrubedo
Nuestra primera parada fue el vecino Parque Natural de las Dunas de Corrubedo, a escasos cinco kilómetros de nuestra ubicación.
El Parque Natural de las Dunas de Corrubedo es un bello y extenso paisaje que incluye 4 km de dunas, playas vírgenes y marismas y lagunas de agua dulce y salada.
Aparcamos el coche en el aparcamiento gratuito y nos adentramos en el complejo de dunas para ver su principal punto turístico, la Duna Móvil. La colosal duna tiene un kilómetro de largo, doscientos cincuenta metros de ancho y veinte de alto.
Una pasarela de madera le ayuda a disfrutar de la belleza que le rodea sin dañar el entorno natural.
El parque cuenta con tres recursos naturales únicos: la Duna Móvil, la laguna de Vixán y la laguna salada de Carregal. Esta última mantiene su alto contenido en sal porque está directamente conectada con el océano Atlántico.
Este espacio natural alberga una gran variedad de vida vegetal y animal, proporcionando el hogar perfecto para especies como el sapo de espuelas -que se desarrolla en las condiciones gallegas mejor que en ningún otro lugar-, la tortuga común -el reptil más amenazado de Galicia- o la doncella del mercurio, en peligro de extinción.
Castro de Baroña
Después de visitar las dunas de Corrubedo, nos dirigimos a Baroña, en el municipio de Porto do Son, que está a unos 20 kilómetros al norte de Corrubedo. En Baroña se encuentra el castro mejor conservado de Galicia, el famoso Castro de Baroña. Es un asentamiento pesquero que data de la Edad de Hierro. Lo habíamos visto en las redes sociales infinidad de veces y estábamos deseando verlo en persona.
Llegamos al Castro de Baroña en sólo 15 minutos. Este lugar es de una belleza exquisita y está separado de tierra firme por una pequeña franja de arena, ¡lo que lo hace realmente único!
Dolmen de Axeitos
Volvimos sobre nuestros pasos, asegurándonos de visitar el Dolmen de Axeitos en el camino. Esta estructura megalítica tiene más de 6000 años de antigüedad y está a sólo 6 km de Corrubedo, en la localidad de Bretal. ¿Te puedes creer lo cerca que está todo?
El dolmen es un gran ejemplo de cómo podemos conservar y mantener nuestra historia. Es tan importante que está considerado como el Partenón Gallego del Arte Megalítico. Se puede visitar en cualquier momento de forma gratuita, y si vas en fin de semana o festivo, habrá alguien que te explique el sitio. Nosotros fuimos el lunes, así que…
El Dolmen de Axeitos está completamente desenterrado, ya que fue saqueado hace siglos por personas que creían que este tipo de enterramientos escondían un tesoro enterrado. Estas piedras formaban originalmente parte de un conjunto que se llamaba mámoas. De hecho, hay muchas en esta zona.
Su gastronomía
Después de un largo día de exploración, estábamos listos para relajarnos con aquello por lo que Galicia es más conocida: ¡su vino y su cocina!
Comenzamos nuestra particular ruta de vinos y tapas en el Bar El Dolmen, en Bretal. La decoración no era propia de una típica taberna gallega, pero la comida era totalmente local. Había tapas de olla muy sabrosas, tapas de pescado generosas y una empanada de vieiras que te hacía sentir en el paraíso.
Decidimos explorar más bares y restaurantes de Corrubedo bajando al puerto, donde se encuentran la mayoría. La primera parada fue el restaurante Benboa, del que ya nos había hablado Suso. Es un lugar muy especial donde no sólo se pueden pedir platos tradicionales gallegos -el pulpo no merece la pena- o disfrutar de una deliciosa cena, sino que también se puede comprar pescado fresco capturado ese mismo día o productos gastronómicos artesanales elaborados en la zona.
Comimos en el Bar O Pósito, Benboa, Ferruxe y Bar Pequeño. De estos lugares, el que más nos gustó fue el Bar O Pósito por sus vistas al mar y sus increíbles platos de marisco. Además, el personal de sala era increíblemente amable, lo que hizo que la experiencia fuera aún mejor. Acabamos volviendo varias veces durante nuestra estancia
Después de comer lo que pasó por el almuerzo – eran las 5 de la tarde para este punto – decidimos caminar en la playa.
Ver delfines desde la costa
Volvimos a casa y bajamos a la tranquila cala que teníamos detrás. En la que casi nunca había nadie.
Aunque el agua estaba agitada, disfrutamos de un precioso paseo por la arena. Caminamos junto a pajaritos y vimos a los delfines jugar cerca de la orilla. No estuvimos tan cerca como cuando fuimos a ver ballenas, pero aun así fue muy especial.
Tuvimos mucha suerte de poder presenciar a los delfines jugando justo cuando llegamos a la costa. No es frecuente estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, así que imagina nuestra alegría… ¡No podíamos dejar de sonreír de oreja a oreja!
El atardecer
A medida que el día se hundía en el crepúsculo, admiramos los colores del cielo que se volvían anaranjados mientras el sol se ponía en Corrubedo. La escena era impresionante y no queríamos irnos.
Faro de Corrubedo
Para terminar nuestro primer día de vacaciones en la zona, decidimos ir a ver el faro de Corrubedo de noche. Y por cierto, ¿hemos mencionado alguna vez que nos encantan los faros?
Este faro en concreto estaba convenientemente situado justo al lado de la carretera principal del pueblo. En cuanto entras en Corrubedo, ¡está justo enfrente! Nunca habíamos visto un faro en funcionamiento y teníamos mucha curiosidad por saber cómo funcionaba todo. No nos decepcionó: nos encantó ver cómo la luz giraba por los alrededores.